Billones desbloqueados gracias a la relajación de las restricciones
Las estrictas normas fiscales alemanas ayudaron al país a amortiguar el impacto de acontecimientos críticos como la crisis financiera de 2008 y la pandemia del COVID-19. Sin embargo, en los últimos años han contribuido al declive económico. Sin embargo, en los últimos años han contribuido al declive económico. En un esfuerzo por restaurar la competitividad de la mayor economía de Europa, y en medio de crecientes tensiones geopolíticas, una mayoría de políticos alemanes votó el 18 de marzo de 2025 a favor de suavizar el freno fiscal que rige la relación entre la deuda pública y el PIB. El ajuste incluye la exención del gasto en defensa -actualmente superior al 1% del PIB- de los límites de endeudamiento, la ampliación del margen de endeudamiento anual del 0,35% del PIB para incluir a los estados federados (antes sólo se aplicaba al gobierno federal) y la creación de un fondo de inversión de 500.000 millones de euros. En los próximos doce años, estas inversiones se destinarán a mejorar infraestructuras como carreteras, educación, sanidad y el sector energético. Desde 2009, los Estados federales alemanes deben mantener un déficit anual no superior al 0,35% del PIB. Este enfoque conservador permitió a Alemania mantener su deuda pública ligeramente por debajo del 63% en 2023. En comparación, esta cifra era significativamente inferior a la media de la UE del 91,6 por ciento, mientras que en Italia superaba el 134 por ciento y en Grecia llegaba hasta el 163,9 por ciento.
Contra las reglas
Según el Financial Times, Alemania podría elevar su ratio de deuda hasta el 86 por ciento sin causar ningún impacto negativo significativo en el crecimiento económico. Sin embargo, aflojar el freno de la deuda se traduce en un aumento de la deuda pública, un escenario directamente contrario a las exigencias de la Unión Europea. Según las normas fiscales actualizadas de la UE que entraron en vigor en abril del año pasado, los Estados miembros con una deuda pública superior al 60% deben presentar un plan para reducirla gradualmente, manteniendo su déficit presupuestario anual dentro de un umbral del 3%.
Impacto en la UE
Según informa Vanguard, el déficit de Alemania podría aumentar hasta el 1,5% el año que viene en un escenario de referencia razonable. Esto podría impulsar el PIB del país, así como el de toda la zona del euro, entre 0,4 y 0,5 puntos porcentuales. Además, los debates de principios de marzo sobre la posible aprobación de la reforma de la deuda alemana provocaron un fuerte aumento de los rendimientos de la deuda pública alemana a 10 años. Un crecimiento continuado de los rendimientos de los bonos podría obstaculizar nuevos recortes de los tipos de interés en Europa y empeorar la carga de la deuda de países ya endeudados como Italia y Grecia.
Dinámica de impulso en Europa
Por otro lado, es importante mencionar también los aspectos positivos. La liberación de recursos financieros y su correcta asignación podrían reportar beneficios económicos a Alemania. El aumento de las inversiones en sectores críticos apoyará la producción, la demanda de productos alemanes en el extranjero y, por tanto, el crecimiento de las exportaciones. Del mismo modo, los socios comerciales de Alemania se beneficiarán, ya que podrían experimentar una mayor demanda de sus productos. Por ejemplo, según el economista Jan Bureš, del portal Patria Finance, se espera que el PIB de la República Checa, cuyas exportaciones e importaciones a Alemania representaron el año pasado el 32% y el 21% respectivamente, aumente ligeramente, en torno al 0,5%. Tomáš Pojar, asesor de seguridad nacional de la República Checa, espera los mayores beneficios en los sectores de automoción, defensa y construcción, según ČTK. Esto también podría ser positivo para Eslovaquia, cuyo mayor socio comercial es Alemania, con un 21 por ciento de las exportaciones y un 17 por ciento de las importaciones. La exención relacionada con el gasto en defensa podría repercutir positivamente en empresas alemanas como Rheinmetall, el mayor fabricante del sector de defensa, o el gigante industrial ThyssenKrupp. Un reto a largo plazo para Alemania podrían ser los aranceles de decenas de puntos porcentuales impuestos por Donald Trump a la Unión Europea. Debido a ellos, el ministro alemán de Finanzas, Jörg Kukies, estima un descenso del 15 por ciento en las exportaciones del país.
La crisis económica mundial podría afectar a la economía alemana.