Este primer bono verde fue emitido por el Banco Europeo de Inversiones (BEI) el 5 de julio de 2007. Desde entonces, más organizaciones se han embarcado en la emisión de bonos verdes para los inversores, ya que durante más de una década han demostrado ser un activo eficaz para las entidades y una inversión atractiva para los inversores. Pero, para empezar, ¿qué son los bonos verdes?
Los bonos verdes: Financiación medioambiental
Los bonos verdes, también conocidos como bonos climáticos, son un tipo de deuda de renta fija emitida por instituciones públicas o privadas, diseñada para recaudar fondos con los que financiarse hacia un proyecto relacionado con el clima o el medio ambiente. Los bonos verdes suelen centrarse en las energías renovables, el transporte limpio, la eficiencia energética & la gestión de residuos. Para que un bono verde se considere verde, debe seguir los principios de los bonos verdes establecidos por los agentes financieros de la Asociación Internacional de Mercados de Capitales (ICMA), que son los siguientes;
Los fondos obtenidos se utilizarán para proyectos verdes que beneficien al medio ambiente.
Los emisores de bonos verdes deben ser transparentes con los inversores en cuanto a los objetivos de sostenibilidad medioambiental de los bonos, el proceso que llevarán a cabo para alcanzar dichos objetivos así como notificarles & actualizarles con sus progresos.
Los fondos deben ser gestionados por el emisor del bono, para permitir una auditoría efectiva.
Los emisores deben ser activos y estar disponibles para actualizar cualquier información sobre la progresión de los bonos verdes, los cambios que se produzcan y el uso de los ingresos hasta la asignación completa.
El auge de los bonos verdes
El mercado de bonos verdes ha crecido exponencialmente, especialmente en los últimos cinco años. En la actualidad, el mercado está valorado en más de 1,2 billones de dólares, con una tasa media de crecimiento anual de casi el 95%. El siguiente diagrama muestra la progresión acumulada del mercado de bonos verdes a lo largo de los años, proporcionado por Climate Bonds, propiedad del Banco Mundial. 
Como se ve, la oleada empezó a propulsarse en 2013 tras el primer bono verde de 1.000 millones de dólares emitido por la Corporación Financiera Internacional (CFI) el 13 de marzo de ese año, que se vendió a la hora de su emisión. Es evidente lo rápido que se ha acelerado el mercado de bonos climáticos. La pregunta es, ¿por qué son tan atractivos los bonos verdes?
Beneficios para los emisores
- Financiación de proyectos a menor coste de capital - los bonos climáticos son instrumentos económicos eficaces, ya que financian grandes cantidades de capital en nombre del apoyo a iniciativas medioambientales con menos capital que los bonos tradicionales. Esto se debe a que los bonos verdes son muy adecuados para grandes proyectos de sostenibilidad, como la minimización de las emisiones de CO2.
- Logran liderazgo y aumentan el valor de la marca - los emisores de bonos verdes pueden ser considerados como líderes en la construcción de este campo, lo que aumentará su popularidad, valor de marca y confianza entre particulares, empresas y naciones.
Beneficios para los inversores
- Volverse verde sin riesgo adicional - los bonos suelen ser menos arriesgados que la renta variable u otras formas de inversión, ya que garantizan un rendimiento puntual en una fecha/periodo específicos. Para los inversores, ser ecológicos sin riesgo adicional es una buena idea, ya que contribuyen a un futuro mejor. Los bonos verdes suelen ser menos arriesgados que otros tipos de bonos, ya que el reembolso está vinculado a la empresa emisora y no al éxito o fracaso del proyecto.
- Demostrar preocupación por el medio ambiente - los inversores optan por los bonos verdes y los añaden a su cartera para demostrar su preocupación por el medio ambiente y el futuro mejor de la tierra. Esto crea una cartera de inversores más atractiva a ojos del público.
- Los bonos verdes están exentos de impuestos - aparte del aspecto verde de los bonos climáticos, suelen estar exentos de impuestos, que es una de las razones por las que los inversores consideran los bonos verdes como una de las inversiones de renta fija más atractivas.
El mercado de bonos verdes ha crecido a un ritmo exponencial, y se espera que lo haga aún más en los próximos años. El Reino Unido emitió su primer bono verde en verano de este año, y 16 países le han seguido. Hace poco, la Unión Europea emitió y vendió un bono de tamaño y demanda récord, con lo que la sostenibilidad está demostrando ser uno de los principales focos de atención de Wall Street en la actualidad y en un futuro próximo y previsible.
El mercado de bonos verdes ha crecido a un ritmo exponencial, y se espera que crezca en los próximos años.
